Audioguía Sala 12 | ||
Tras la conquista de los cristianos de la ciudad no modificó sustancialmente su aspecto, al menos hasta el siglo XVIII.
Pedro I siempre sintió predilección por Carmona y embelleció sus tres alcázares, haciendo venir a los mejores alarifes de Sevilla y Granada para decorarlos.
Muchos años después, los Reyes Católicos construyeron un matadero para la ciudad y ensayaron en el Cubete nuevas arquitecturas defensivas.